Llegar a Madrid, y hay magia en cada pisada. En esta preciosa ciudad, que te deja enredarte y sabes siempre que volverás otra vez.
Entre cada pisada, la magia la rodea con su mercado de Navidad, en la Plaza Mayor. En el que cada puesto nunca pierde su encanto.
Paseos por Sol, con el que el alumbrado por esta ciudad, hace que su belleza sea más grande. Porque esta diseñada todo su alumbrado,por nuestros grandes diseñadores españoles.
Entre calle y calle, te pierdes en la Calle Preciados hasta Gran Vía. Caminando entre alguna boca calle, siempre encuentras de esas tiendas que nos enamoran su diseños., y tu no esperabas encontrarlas.Como dirían los madrileños, de esas tiendas que molan.
Disfrutar de su gastronomía, en la que tengo que decir que ir de restaurante no es excesivamente caro. Y después comienza la noche madrileña, empezar por Sol y acabar en Malasaña, un barrio con mucho encanto que se vive lo que fue la época de la movida.
Amanece, te pierdes en cada paso, desde la Catedral de la Almudena, el Palacio Real, sus jardines, y el gran Teatro Real. Más tarde callejeando acabas en la Chocolatería de San Gines,donde a parte de ser un lugar con mucho encanto , disfrutar de unas buenas porras. Tiene una gran historia, el mismo Ramón María del Valle-Inclán, ahí mismo escribiço «Luces de Bohemia».
Porque Madrid es fetén, y en Gran Vía un gran espectáculo «El musical El del Rey León». Con un gran elenco de actores, actrices, bailarines, y una magnifica orquesta. La verdad que ha sido una experiencia que no sabría como explicar, pero puedo decir que no hay palabras para describir lo que es un gran espectáculo. Porque cuando uno ama el arte, es difícil lo que uno siente. Porque sabe que el idioma hablado u escrito no existe.
Y porque sabes que es esa ciudad, que siempre estarás de vuelta.
¡¡¡ SER FELICES !!!
🙂 🙂 🙂
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